32: ¿Cómo seguir adelante en tus proyectos? Con pasión y tenacidad.

Si has iniciado un proyecto personal o profesional de largo plazo, pero sientes que estás a punto de dejarlo porque encuentras dificultades o dudas sobre si puedes continuar: puedes reconectar con tu pasión y desarrollar tu tenacidad.

No necesitas una receta mágica; todo está dentro de ti. A continuación, te explico cómo puedes continuar con lo que más te importa.

¿Tienes grandes ideas que te motivan, pero te cuesta concretarlas? ¿O te ha pasado que dejas algunos proyectos a medio camino porque todo se volvió más difícil de lo esperado?

A mí también me ha ocurrido. He comenzado proyectos que no terminé, pero aquellos que realmente me importan, sí los continúo.

Vamos a explorar cómo puedes seguir adelante en tus proyectos, con pasión y tenacidad. 

La pasión que te impulsa.

La pasión es la convicción que te impulsa a hacer algo que significa mucho para ti, tanto que te comprometes con ese propósito de manera constante. Cuando sigues tu pasión, sientes que eres fiel a ti misma o a ti mismo; es como si tuvieses una brújula que te guía.

Entonces, la pregunta clave es: ¿Realmente te importa ese proyecto que has iniciado?

Para averiguarlo, reflexiona sobre cómo quieres que sea tu vida en el futuro. Si tu proyecto actual te acerca a esa visión, es una señal de que está alineado con tu propósito.

La pregunta: ¿para qué quiero esto? te puede ayudar. Si la haces de manera consecutiva podrás encontrar un valor fundamental que guía tu vida, un propósito superior.

Puedes reconectar con tu pasión a través del propósito

¿Recuerdas para qué iniciaste tu proyecto, ahí dentro de ti?

Si puedes recordarlo y si tu proyecto está alineado con un propósito superior, puedes reconectar con esa pasión para continuar.

Si no está alineado a un propósito superior, es comprensible que creas que puedes dejarlo. “En fin, no era tan importante”-- puedes pensar.

Y así puedes iniciar y dejar muchas cosas…

Pero tu propósito puede cambiar

A lo largo de tu vida, tú construyes tu propósito porque vas aprendiendo de tus experiencias en un proceso continuo. Y esto te puede llevar a replantear la forma como piensas, sientes y actúas. 

Entonces, siempre debes evaluar la conexión entre tu proyecto y tu propósito. Y para eso, necesitas vivir en consciencia y estar presente en tu vida.

En suma, la pasión te permite actuar en coherencia, en sintonía con tus valores, y mantener el enfoque. Cuando te conectas con ella, puedes avanzar con más energía y dirección porque lo que haces tiene sentido para ti. Actúas con motivación auténtica.

Sin embargo, aunque la pasión te impulse, no es suficiente por sí sola. 

La tenacidad te mantiene firme

La tenacidad es esa capacidad de mantenerte firme y continuar para seguir tu pasión, incluso cuando no veas resultados inmediatos.

Implica esfuerzo sostenido que te permite avanzar, día a día. Combinada con la pasión, la tenacidad te permite ver el horizonte, de modo que no te desanimas si las cosas no salen como esperabas en el corto plazo.

Por ejemplo, si has seguido una maestría, pero tu asesor de tesis viaja fuera del país por motivos personales, tu tenacidad te permite seguir trabajando en tu tesis por tu cuenta y contactar a otras personas para pedirles que te asesoren y culminar tu tesis, aunque te tome más tiempo.

Si estás trabajando en tu proyecto y enfrentas dificultades, quizá ahora sientes miedo, pero es natural porque es una advertencia de que puedes perder mucho y necesitas cautela. 

Sin embargo, puedes encontrar el coraje para continuar, si tienes presente tu pasión como brújula y tienes un plan para alcanzar ese propósito superior.

¿Ves cómo se vinculan la pasión con la tenacidad? Necesitas ambas.

Qué no es tenacidad

Tenacidad no es terquedad.

La terquedad te lleva a insistir en lo mismo, aunque no tenga sentido. En cambio, con tenacidad, aceptas que tus planes pueden cambiar. Eres flexible.

La tenacidad te permite evaluar tu progreso, ajustar lo necesario y seguir aprendiendo en el camino. La tenacidad se complementa con la actitud de aprendizaje. 

Tenacidad no es continuar “a ciegas”.

Si eres consciente de lo que estás haciendo y para qué lo haces, puedes revisitar tu propósito para verificar que siga siendo relevante. Con tenacidad, te darás cuenta si has cambiado o si tienes un nuevo propósito. 

Tenacidad no es trabajar sin parar.

Tus acciones constantes le dan energía a tu proyecto y refuerzan tu confianza.

Sin embargo, la tenacidad no se trata de trabajar largas horas (con intensidad) sino de consistencia para actuar de manera regular (aunque sea media hora diaria) y avanzar paso a paso, excepto cuando las circunstancias ameriten una pausa importante. 

Y me gustaría contarte que me he inspirado en el concepto de “grit” de Angela Duckworth. Ella sostiene que el éxito no depende solo del talento, sino de una combinación de pasión y perseverancia a largo plazo. No importa tanto el impulso inicial, sino que continúes avanzando.

Algunas claves para continuar con pasión y tenacidad.

1. Define tu propósito, objetivos y metas alcanzables

Conecta tu proyecto con un propósito superior, con esa visión que te apasiona y te motiva de manera auténtica. Luego, define un camino claro para llegar ahí, con objetivos de distintos niveles, que puedes plasmar en un plan. Los más pequeños son como peldaños más accesibles. Cuando los alcances, reconoce tus avances y celébralos. 

Esto es importante porque cuanto más alto sea tu propósito, el camino puede ser más largo y necesitas gestionar tu motivación en el corto plazo.

2. Construye prácticas que te permitan ser consistente y disfrutar.

Encuentra prácticas que te funcionen a ti. No se trata de copiar a otras personas, sino de diseñar las prácticas que puedas mantener y sean lo suficientemente específicas para que las puedas incluir en tu rutina diaria. 

Por ejemplo, si te concentras mejor con cierto tipo de música, asegúrate de tocarla en las horas que necesites esa concentración en tu trabajo. Y si quieres reflexionar sobre tus aprendizajes con tu equipo, agenda un momento en la semana o en el mes fuera de la oficina para hacerlo.

Con el tiempo, tus prácticas se convertirán en hábitos y te ayudarán a continuar porque serán naturales para ti. Y podrás sostener tu pasión, disfrutando tus experiencias.

3. Reconoce y acepta ayuda.

No tienes que hacerlo todo sola o solo. De hecho, algunas personas te están ayudando ahora mismo. Reconócelo con gratitud.

Cuéntales tu propósito a las personas de tu confianza y, cuando necesites ajustar tus planes, no dudes en pedir ayuda. Valora sus contribuciones y ofrece tu apoyo cuando lo necesiten, con empatía.

4. Cuida tu bienestar integral.

Cultiva tu entusiasmo y autoconfianza, prestando atención a lo que piensas de ti misma o de ti mismo y cómo te sientes.

Porque tú eres más importante que cualquier proyecto, cualquier objetivo, cualquier plan.

Y si sientes estrés, en el episodio 27, te explico cuatro estrategias para manejar el estrés.

Resumen

La pasión te da el impulso inicial, pero la tenacidad te mantiene firme hacia ese propósito superior que te importa. Si tu proyecto está conectado con ese propósito, podrás avanzar, si complementas tu tenacidad con una actitud de aprendizaje. 

Puedes ser flexible y aprender, cumpliendo tu misión. Para ello, tú puedes ayudarte asegurando la conexión con tu propósito, definiendo objetivos alcanzables y planes concretos, construyendo prácticas para ser consistente, reconociendo que otras personas pueden apoyarte y cuidando tu bienestar.

Puedes continuar, incluso de maneras que no habías previsto, cuando las circunstancias cambien, si tienes un proyecto que te apasiona. ¡Tienes lo que necesitas dentro de ti!

Notas:

^{Si deseas explorar más sobre algunos conceptos tratados aquí, puedes revisar:}

•  ^{Duckworth, Angela. (2016). Grit: The Power of Passion and Perseverance. Nueva York: Scribner.}

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