26: Cómo mantener tu entusiasmo cuando las cosas parecen no salir bien.

mentalidad motivación

Si has decidido iniciar un proyecto, un cambio profesional o estás aprendiendo algo que te motiva mucho, puede ocurrir que al inicio todo empieza bien y luego no. Y entonces, ya no sabes qué debes hacer porque tus acciones no tienen los resultados esperados. 

¿Y tus emociones? Puedes sentir que estás en una espiral de sube y baja…

¿Cómo mantienes tu entusiasmo, cuando las cosas parecen no salir bien?

En este episodio, veremos cinco pasos para hacerlo. 

 

 

 

 

El entusiasmo es un estado de ánimo en el cual sientes que tienes posibilidades, que sí puedes alcanzar tus objetivos y que encontrarás la manera de hacerlo. 

No es una emoción que va y viene. Es un sentimiento duradero que te acompaña por un buen tiempo y es evidente: reflejas energía, optimismo y pasión por lo que haces.

 

El entusiasmo es como el lente con el que filtras la vida (por ejemplo, con lente claro en lugar de oscuro), aunque en algunas circunstancias sientas emociones como tristeza o rabia, por cosas que pasan en tu vida.

Las personas que dicen “las cosas son así; no puedo cambiarlas” ven el mundo con un lente “determinista” o desde la resignación porque dicen: “la vida es difícil”. 

Esto puede llevarlas a quedarse “suspendidas” en una situación que consideran negativa y de la cual piensan que no pueden salir.

 

En contraste, cuando vives con entusiasmo crees que “existen posibilidades” porque (y esto es importante) tú tienes poder para actuar o fortalecerás ese poder para crear tus posibilidades (aprenderás). 

No significa que pasarán cosas maravillosas porque así lo deseas, sino que tú actuarás para hacer que esas cosas sucedan

 El entusiasmo va de la mano con la determinación para lograr tus sueños.

 ¿Cómo puedes mantener tu entusiasmo?

 

1. Observa tu estado de ánimo, a través del lenguaje que usas:

  • ¿Cómo ves el futuro?
  • ¿Cómo consideras tu vida actual?
  • ¿Cómo ha sido tu historia?

 

Anota tus respuestas en un papel, usando frases cortas, en lo posible.

¡Te puedes sorprender de lo que encuentres!

 

2. Desarrolla argumentos para esas respuestas.

En ellas, podrás leer tus interpretaciones que son la forma como “ves” el mundo.

Por ejemplo, si dices que tu vida es una exploración o un aprendizaje, probablemente tienes una “mentalidad de crecimiento” que está muy ligada al entusiasmo.

 

Si dices que tu vida es “una lucha” que te desgasta, probablemente estás pensando que hay personas o eventos que están en tu contra, que no puedes continuar así por siempre y que mejor desistes.

Si encuentras este tipo de pensamientos que no te permiten continuar, vamos a darles la vuelta. 

 

Encuentra contraargumentos:

Por ejemplo, si decías que la vida es una lucha:

¿Cuándo disfrutaste la vida y te sentiste con mucha energía?

 

3. Acepta lo que ha pasado y aprende.

Si las cosas no te están saliendo bien,  ¿qué puedes aprender de eso?

Si encuentras una situación similar en el futuro,  ¿qué puedes hacer distinto la próxima vez?

  

Con tus respuestas, reconocerás que cada experiencia tiene un mensaje para ti. 

Podrás identificar que sí hubo pequeñas ganancias y entonces lo más importante no es si las cosas te salieron bien o no

En realidad, es poco importante que tengas un logro hoy, si no has aprendido cómo lo alcanzaste: El camino recorrido es valioso siempre.

 

Sin embargo, puedes darte cuenta que algunas cosas no las puedes cambiar y, para seguir adelante con tu vida, debes aceptarlo ahí adentro: en tu corazón.

Y enfocarte en las posibilidades que sí puedes construir.

 

4. Fortalece tu conexión con tu “para qué”.

  • ¿Para que iniciaste un proyecto propio?
  • ¿Para qué decidiste cambiar de carrera?
  • ¿Para qué estás estudiando un posgrado?

  

La pregunta del “para qué” te permite destacar o traer “a la luz” tu motivación auténtica que viene del propósito superior que te guía.

 

 Yo he tenido varios cambios en mi vida profesional y esa pregunta me ha acompañado siempre en cada decisión y me ayuda a perseverar en mis proyectos.

Si quieres un método poderoso, que puedes aplicar inmediatamente, para motivarte con tu “para qué”, te invito a una clase grabada gratuita en: www.aprendesiendo.com/motivacion

 

5. Planea y actúa para continuar.

Porque si no actúas, no podrás ejercer ese poder que está dentro de ti, ni crear esas posibilidades para alcanzar tu “para qué”.

 

Y será necesario que tengas un plan, enfocado en los objetivos que quieres alcanzar, reconociendo los recursos que tienes a la mano y las personas que pueden compartir tu entusiasmo y cooperar. 

  •  ¿Qué acciones llevarás a cabo?
  • ¿Cómo las harás?
  • ¿Con quién?
  • ¿Cuándo?

 

En el episodio 23 del podcast, hablamos sobre cómo organizarte con flexibilidad y motivación, ahora te cuento algo más:

Cuando planifico mis actividades, apunto mi “objetivo” y “aprendizajes” del día. De esa manera, me mantengo enfocada con un objetivo (aunque tenga varias actividades) y fortalezco mi actitud de aprendizaje porque anoto varios aprendizajes de lo que en realidad sucedió en el día).

 

Dentro de tu plan, incluye trabajar con tu cuerpo y disfrutar con movimientos libres, al aire libre o en un ambiente agradable.

Las respiraciones pueden ayudarte a sentir tus emociones, sin bloquearlas.

Tus movimientos te pueden impulsar, dar estabilidad o flexibilidad para alcanzar tus objetivos.

 

Porque necesitarás de todo tu ser (mente, cuerpo, emociones) para perseverar y alcanzar el propósito que te motiva y que probablemente ilumine tu vida y la de otras personas. 

 

En resumen,

En este episodio, exploramos cómo mantener el entusiasmo cuando las cosas parecen no salir bien. Vimos que el entusiasmo es más que una emoción pasajera; es un sentimiento duradero que nos impulsa con energía, optimismo y pasión.

Hablamos de cinco pasos claves:

  1. Observa tu estado de ánimo a través del lenguaje: Reflexiona sobre cómo ves tu vida y tu futuro. 
  2. Desarrolla argumentos y contraargumentos: Identifica los pensamientos que pueden estar limitando tu entusiasmo. Encuentra momentos en los que disfrutaste y sentiste energía para darles la vuelta.
  3. Acepta lo que ha pasado: Aprende de tus experiencias y enfócate en las posibilidades que puedes construir.
  4. Conéctate con tu "para qué": Recuerda el propósito detrás de tus acciones.
  5. Planea y actúa: Establece objetivos claros, planifica tus acciones y mantén una actitud flexible y abierta al aprendizaje.

Finalmente, recordamos la importancia de integrar mente, cuerpo y emociones para perseverar y alcanzar nuestros propósitos.

Espero que estas recomendaciones te ayuden a mantener tu entusiasmo y a seguir adelante con tus proyectos, incluso cuando las cosas parezcan difíciles.

 

Si prefieres que te cuente este episodio en video, puedes dar clic 👇 

 

 

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