29: Desconecta tu piloto automático y toma el control de tu vida.

autonomía y decisión motivación

Alguna vez has sentido que estás como en piloto automático y que las cosas pasan y pasan a tu alrededor, de modo que tú solo sigues ese camino?

Si has pensado en cambiar tu vida, pero no sabes qué buscas realmente y la rutina o el día a día parecen guiar tus acciones, escucha:

“Tú puedes elegir lo que realmente te importa y tomar el control de tu vida”. 

 

 

 

 

Vivir en “piloto automático” puede ser fácil porque no te sientes responsable de tu vida

Si las cosas te salen bien, esto refuerza tu creencia de que no tienes que hacer nada. 

Si las cosas te salen mal, echas la culpa a otras personas o a eventos externos.

¿Te ha pasado?

 

Cuando vives así, estás simplemente dejándote llevar. No sabes hacia dónde llegarás.

Incluso si las cosas te están saliendo bien ahora, el contexto siempre cambia y no es posible “congelar” tu vida para que quede como está ahora.

¿Cómo sería tu vida si desconectas ese piloto y decides tú tomar las riendas?

 

Qué significa ese piloto automático en tu día a día.

Te pongo un ejemplo.

Estás preparándote para salir a trabajar y te sientas a la mesa para tomar desayuno. Entonces, para aprovechar ese tiempo, llamas por teléfono a una tía para chequear cómo está. Ella se alegra al escuchar tu voz y te cuenta algo curioso que conversó el otro día con la vecina…

Pero tú no la escuchas porque estás preparándote para salir. Quizá estás pensando en lo que harás apenas llegues a tu oficina o buscando un lapicero para anotar tus pendientes. 

 

¿Estabas realmente con ella en esa conversación? No.

¿Le prestaste atención? No.

 Tú estabas en el futuro, no en el presente.

 

Y ella probablemente se haya dado cuenta de eso, por tus comentarios monosílabos o tu tono que no refleja la animación que ella ha sentido.

Puede interpretar que no le diste importancia a su mensaje.

 

Y cuando llegas a tu oficina, saludas a las personas “¿cómo estás?”.

Pero no esperas respuesta porque te has acostumbrado a decirlo como una formalidad.

Y ocurre más veces de lo que quisieras, en el ascensor, en el pasadizo… o en la sala virtual, si tienen una reunión remota. 

Y después de ese saludo, sigue la rutina del día, lo que debes hacer.

 

Claro, quizá sí tienes muchas cosas por hacer… 

Estás creando un producto nuevo y después vendrá otro y otro; o estás editando un libro y después vendrá otro.

O después de haber obtenido tu título, llevas cuánto curso te resulte interesante para avanzar en tu profesión…

En suma, estás ocupada/o haciendo cosas que se espera que tú hagas, que probablemente puedes hacer bien y que es conveniente que hagas… 

 

Pero, ¿cómo te sientes realmente?

Puedes estar como en una “rueda de hámster”, dando vueltas y vueltas, en una carrera que no has escogido, sino que simplemente “corres”.

Te puedes llegar a sentir atrapada/o.

El piloto automático te ha capturado porque no te has permitido escucharte.

 

Necesitas tiempo para escucharte

Cuando era niña, inventé una poesía y canción (porque acostumbraba poner música a todo) que se llamaba “Date tiempo”.

 

En alguna de las estrofas decía:

“¿Por qué hay gente, que anda y anda,

y no consigue nada”.

¿Por qué hay gente, que busca y busca,

y no encuentra nada”?

 

Y esto refleja un poco el estar en la “rueda de hámster”. En realidad no avanzas porque no sabes para qué andas o qué buscas realmente.

 

Pero la realidad es que sí sabes qué es lo que quieres, pero no te lo has preguntado. No te has dado tiempo de parar y escucharte.

 

Cambiemos un poco el ejemplo de la tía y digamos que esa persona eres tú.

Tu piloto automático te lleva al futuro, a todo lo que tienes que hacer, a tu rutina.

Tú tienes un mensaje importante, pero no prestas atención, no te escuchas, solo reconoces que estás ahí. A lo mucho, chequeas o atiendes tus necesidades urgentes.

No te estás tratando bien.

 

¿Qué sucederá con el paso del tiempo?

Perderás tu conexión contigo misma/o.

 

Porque no eres lo que haces, ni lo que piensas que debes hacer.

Eres un ser humano integral, con mente, cuerpo, emociones, espíritu.

 Si limitas tu experiencia de vida a seguir corriendo, sin parar, no estarás llevando una vida auténtica. Llegará un momento en el que no podrás continuar…

 

Pero lo que es aún más importante: tú estás en la Tierra para florecer, ampliar tus potencialidades y cumplir una hermosa misión. ¿Sabes cuál es? 

 

Para escucharte, necesitas estar presente para ti.

Eso significa, por un momento, dejar el futuro con su afán por todo lo que tienes que hacer y dejar el pasado que te recuerda lo que hiciste o lo que no hiciste. 

Te pido permiso para un pequeño ejercicio.

 

Ejercicio - Primera parte

Respira profundamente.

Inhala y llena tu diafragma, mientras cuentas hasta cinco en tu mente. Retiene el aire y luego suelta contando hasta cinco nuevamente.

Pon toda tu atención ahí, en cómo se mueve tu diafragma cada vez que inhalas y exhalas.

 

Ahora siente tu corazón, ¿quién está ahí?

Eres tú. Y puedes escucharte.

 

Cuando ya tienes toda la atención en ti, puedes reflexionar:

¿Cómo te sientes?

¿Qué percibes de ti en estos momentos?

¿Qué realmente te importa?

Anota tus respuestas.

 

Ejercicio - Segunda parte

Cierra los ojos y respira profundamente.

Visualiza una imagen del futuro en el cual hayas alcanzado eso que te importa: 

  • ¿Qué ves ahí? ¿Qué escuchas?
  • ¿Qué hueles? ¿Qué sientes en tu cuerpo?
  • ¿Cómo actúas? ¿Qué estás haciendo exactamente?
  • ¿Cómo te sientes ahí? ¿Qué emociones experimentas?

 

Ponle un nombre a todo eso y siéntelo en todo tu cuerpo, como si estuvieras ahí.

Con tu mano, toca tu corazón y guárdalo ahí.

Puedes abrir los ojos.

 

Ahora, si sabes qué te importa y cómo se siente ese futuro, te toca ser realista: 

  • ¿Quién eres tú ahora?
  • ¿Quién puedes llegar a ser, en ese futuro?

Por favor, anota tus respuestas para que las recuerdes y vayas observando cómo cambian.

 

Ya lo tienes. Sabes qué te importa y quién valoras ser.

 

Esta práctica te servirá como una brújula, donde el norte es el “para qué” o el valor fundamental que está detrás de ese futuroTambién te servirá como un termómetro para conocer cómo te sientes, mientras estás construyendo ese futuro.

 

Te invito a practicar lo más seguido que puedas. Si es una vez por semana o interdiario que así sea. Lo importante es que mantengas una frecuencia definida y que retomes la práctica, si te saltaste por alguna razón. 

Continúa porque tú eres importante y mereces escucharte de manera permanente.

 

Ahora, tu decisión:

Si tienes una mejor comprensión de quién eres tú y quién puedes llegar a ser, de un modo que sea coherente con tus valores, ¿qué decides?

 

Elige lo que te importa y construye la vida que valoras.

Elegir implica saber a qué decir “sí” y a qué decir “no”.  Dile “no” al piloto automático y dile “sí” a tomar decisiones y ser responsable por tu propia vida.

Define un objetivo para llegar a tu futuro deseado, considerando tu situación actual, planea con flexibilidad, actúa, evalúa y aprende siempre.

¡Tú puedes!

 

Resumen

Para vivir una vida auténtica y significativa, desconecta tu piloto automático y toma el control de tu vida. Al estar presente y en coherencia con tus valores, puedes tomar decisiones que verdaderamente reflejen lo que te importa. 

No se trata de correr sin rumbo, sino de elegir con claridad y actuar con intención ahora. Porque solo con tus decisiones, en el presente, puedes construir el futuro que valoras.

 

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