28: Planea y actúa con motivación: Cruza tu Rubicón y alcanza tus objetivos.
Si has iniciado un proyecto importante para ti o estás aprendiendo algo por tu cuenta, tienes una visión o una imagen del futuro que buscas alcanzar.
¿De quién depende que actúes con determinación y perseveres para alcanzar ese futuro? De ti. Y para eso, un plan te sirve mucho. Te lo explico.
La motivación es muy importante para que decidas y continúes tus proyectos personales, pero el tipo de motivación que necesitas depende del momento en el cual te encuentres.
Antes de analizar eso, exploremos una metáfora histórica poderosa.
¿Has escuchado sobre el cruce del Rubicón?
Se refiere al momento en el cual Julio César, entonces gobernador de las Galias, cruza el río Rubicón. Este río era un límite natural entre las Galias e Italia, donde se encontraba el centro de la República romana. La Ley prohibía cruzar ese límite con tropas armadas; quien lo hiciese, sería declarado enemigo de la República.
Considerando sus intereses políticos y las estrategias de sus adversarios en el Senado, Julio César decidió invadir Italia. Había ganado riquezas y popularidad por sus hazañas militares. Sabía lo que significaba cruzar el Rubicón: daría inicio a una guerra civil.
Al cruzarlo, Julio César pronunció la frase: “la suerte está echada”. Aunque él no podía predecir el futuro, estaba dispuesto a hacer lo que fuese necesario y no había marcha atrás. Los hechos que sucedieron después marcaron el fin de la República.
Entonces, cruzar el Rubicón es una metáfora que significa "tomar una decisión que tiene consecuencias irrevocables”. Es la decisión motivada para alcanzar objetivos importantes. Y una vez que la tomas, las cosas ya no son como eran antes.
Sin embargo, para que realmente puedas alcanzar tus objetivos, necesitas actuar.
Dos tipos de motivación.
La motivación para elegir lo que te importa y la motivación para realizar lo que has decidido.
1. La motivación para elegir lo que te importa
Es la fuerza que sientes para definir qué futuro quieres alcanzar. Será mayor cuanto más conectado esté ese futuro deseado con lo que realmente valoras en tu interior, un “para qué” o un propósito superior; es decir, cuando estás en coherencia interna.
Los seres humanos valoramos varias cosas; por tanto, para definir un objetivo valioso, tienes que analizar y comparar alternativas, considerando lo que es factible dadas tus capacidades y la situación que vives.
Y para este análisis, tus interpretaciones y tus emociones juegan un rol importante porque tú y yo podemos “ver” una misma situación de distinta manera.
Además, en algunas circunstancias, puedes creer que no tienes posibilidades de un futuro distinto. Entonces, una nueva mirada (como la que surge en un proceso de coaching) puede servirte para observar con apertura.
Con esta motivación, llegas a tu Rubicón, a tu decisión importante.
Crucé el Rubicón cuando decidí estudiar mi doctorado en desarrollo humano, autonomía y proyectos.
Para tomar esta decisión, tuve que analizar otras alternativas. Dejar un trabajo bien remunerado y estable versus vivir fuera de mi país por varios años con beca, pero sin el financiamiento asegurado para todo el tiempo requerido.
Sin embargo, había algo importante que valoraba: contribuir para que los proyectos de desarrollo puedan promover la autonomía de las personas. Mi motivación de “para qué” me impulsó.
2. La motivación para realizar lo que has decidido alcanzar.
Es la fuerza que te lleva a implementar ese objetivo que has elegido. Te permite continuar con determinación y compromiso para llevar a cabo lo necesario para alcanzar tu objetivo valioso. Se concreta cuando planeas un curso de acción y actúas para llevarlo a cabo.
Y si ocurren cosas que no habías previsto, esta motivación te impulsa a continuar porque consideras que eres capaz de hacerlo. Cuanto mejor te conozcas y te valores, podrás fortalecer esta motivación.
Esta “motivación de realización” es la que necesitas después de tu Rubicón.
Si te quedas solo con la decisión, sin acción, ¿cómo llegarás a alcanzar tu objetivo? Sería como lanzar una moneda a una fuente de los deseos y esperar que tu objetivo se cumpla.
Volviendo a mi experiencia personal, mantener la decisión de completar mi doctorado implicó un alto compromiso y esfuerzo porque fueron cinco años de estudio, investigación y trabajo... Y tomé muchas decisiones, en contextos nuevos, para completar mi proyecto.
¿Qué necesitas para construir tu futuro deseado?
Depende del momento en el cual te encuentres.
La motivación de tu “para qué” te lleva a definir tu objetivo valioso: eliges con claridad.
La motivación de realización te permite implementar tu decisión con determinación: planeas cómo alcanzar ese futuro y actúas con esa orientación.
La motivación de tu “para qué” también te sirve como brújula cuando evalúas los resultados de tus acciones, cuando reconoces tus avances (aunque no tengas los logros esperados) y cuando aprendes de tu experiencia, con una perspectiva amplia.
Si te das cuenta, he hablado de cuatro fases:
Elegir – Planear – Actuar – Evaluar
Entonces, para pasar de tu decisión importante (tu Rubicón) a la acción, necesitas planear: descubrir tus rutas posibles.
La importancia de planear
¿Qué pasaría si actúas sin haber planeado alguna manera para alcanzar tu objetivo?
Probablemente te desvíes mucho de ese futuro deseado o des varias vueltas.
Algunos beneficios de planear
Te permite formar y exteriorizar tu intención de implementar tu decisión importante.
Y para eso, necesitas ser específica: ¿qué harás, cómo y cuándo?
Incluso, si identificas algunas situaciones previsibles, podrías proyectar ciertas acciones.
Planear te permite reconocer tus capacidades, los recursos que tienes a tu disposición y las personas que pueden cooperar contigo. Porque todo esto lo tomas en cuenta, cuando elaboras tu plan.
Entonces, te permite regular tu comportamiento, aumentando las chances de que logres tu objetivo valioso.
Planea de manera flexible
El hecho de que tengas un plan, no significa que lo puedas cumplir al 100%. Si cumples tu plan, tampoco tienes garantía de que logres tu objetivo.
En realidad, planear te ayuda a orientar tus acciones y mantenerte enfocada, aunque las circunstancias cambien.
Y las circunstancias sí cambian.
En mi experiencia con el doctorado, hice planes pero no resultaron como había pensado inicialmente. Se terminó el financiamiento de la beca y me arriesgué a seguir en Europa. Luego surgió la oportunidad de una consultoría en un organismo internacional…
Con incertidumbre y entusiasmo, con el apoyo de otras personas, fui descubriendo nuevas rutas. Tomé distintas decisiones en el camino, ajustando mis planes, porque las circunstancias cambiaban.
Esto significa planear con flexibilidad, usando tu experiencia e intuición, porque cumplir los planes en detalle no es posible y tampoco es importante. Tus planes son un medio para ayudarte a lograr tus objetivos.
¿Y cómo puedes reforzar tu motivación, mientras implementas tu decisión importante?
En mi caso, elijo la ruta que disfruto. Selecciono actividades que me interesan y que están directamente relacionadas con mi objetivo valioso; es decir, actividades que yo sé que me permitirán avanzar.
Evaluación y Aprendizaje
La evaluación es un proceso permanente. No debes terminar todas las actividades que están en tu plan para recién evaluar cómo te está yendo.
En realidad, puedes evaluar cuando todavía estás implementando tu plan y por lo mismo, hacer ajustes. Sobre todo, si reconoces que estás aprendiendo mientras actúas, te darás cuenta de que necesitas cambiar algunas acciones o incluir otras nuevas.
Si, por el contrario, eres muy exigente contigo misma, no cumplir el plan puede llevar a que te recrimines duramente y te sientas mal, afectando tu motivación y bienestar. Por tanto, es necesario que reconozcas que pueden surgir otras cosas del día a día y también, otros objetivos importantes. Y no te puedes dedicar siempre a alcanzar un solo objetivo.
Aquí es crucial que cultives tu actitud de aprendizaje.
Por otro lado, si estás en un proceso de aprendizaje complejo (como en mi caso, con el doctorado), te recomiendo definir objetivos específicos que contribuyen al objetivo mayor, con actividades que realizarás en plazos cortos.
Entonces, con tu plan como orientación, no como una “camisa de fuerza”, podrás tener evidencia de que estás actuando y avanzando. Y esto también reforzará tu motivación.
Finalmente, si consideras planear-actuar-evaluar como un proceso permanente, podrás descubrir rutas factibles que te funcionan mejor a ti porque aprendes.
Y hasta podrías reevaluar tu decisión inicial, volviendo a tu “para qué” porque, mientras aprendes, tú te transformas.
Ejercicio
Te invito a reflexionar:
- ¿Qué decisiones importantes has implementado en tu vida?
- ¿Cómo lo hiciste?
- ¿Qué decisión importante estás considerando en este momento?
- ¿Qué acciones concretas puedes planear y realizar para avanzar hacia ese objetivo?
Resumen
Hoy hemos explorado una metáfora histórica sobre una decisión importante. Así, hemos distinguido entre la motivación de tu “para qué” y la motivación de realización que necesitas para construir el futuro que valoras, con entusiasmo y determinación.
Si sabes lo que te importa, puedes cruzar tu Rubicón con acciones consistentes, aprendiendo y haciendo ajustes en el camino. Así, podrás avanzar en tus objetivos con claridad, flexibilidad y perseverancia.
Recuerda que no debes repetir lo que han hecho otras personas. Es tu vida. Tú has definido el futuro que quieres construir, te preparas, planeas y actúas para ello, a tu manera.
¡Adelante, cruza tu Rubicón y construye el futuro que valoras!
Nota:
Los dos conceptos de motivación que hemos visto están desarrollados en la teoría de la mentalidad de las fases de acción. Si te interesa, puedes revisar:
- Heckhausen, J (2007) The motivation-volition divide and its resolution in action-phase models of developmental regulation, Research in Human Development, 4 (3-4), pp. 163-180. https://doi.org/10.1080/15427600701662983
- Keller, L., Bieleke, M., Gollwitzer, P.M. (2019). Mindset Theory of Action Phases and If-Then Planning. In: Sassenberg, K., Vliek, M.L.W. (eds) Social Psychology in Action. Springer, Cham. https://doi.org/10.1007/978-3-030-13788-5_2
Sobre el cruce del Rubicón, puedes revisar:
- Cultura clásica. El primer portal del mundo grecolatino en español (2010, 29 de diciembre), Julio César: El paso del Rubicón. Recuperado 26 de julio de 2024, de https://culturaclasica.com/julio-cesar-el-paso-del-rubicon/
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